LA HINCHADA FIEL

lunes, 28 de noviembre de 2011

Anécdota futbolística: La clase de Amarildo



Partido entre Brasil y España jugado el 6 de junio de 1962


El mundial de Chile 1962 tuvo situaciones para todos los gustos, desde la rudeza con la que marcaban a sus adversarios la ex URSS, hasta la calidad indiscutible de Brasil, en un comienzo, comandados por Pelé, y luego del fabuloso Amarildo, el suplente de "O Rei".  

Amarildo Tavares da Silveira, nacido un 29 de julio de 1939 en Río de Janeriro, contaba con 23 años en el momento que integró la selección brasileña que disputó el mundial celebrado en Chile en el año 1962. Él era muy conocido en su país, debido a la brillante carrera que estaba realizando en Botafogo, pero a nivel mundial, nadie había escuchado siquiera su nombre.  

Es entonces cuando el carioca se labra una identidad a pulso que lo haría quedar impregnado en la historia mundialista.

Se jugaba el encuentro entre Brasil y Checoslovaquia, válido por la última fecha de la fase grupal, cuando recrudece una lesión en la ingle que venía arrastrando desde algún tiempo Pelé, pero como no se permitían hacer cambios en aquella época, aguantó hasta el final del partido, en el que empataron 0 a 0 y clasificaron a la siguiente.

Aquel tiempo no cabían las improvisaciones, con respecto a los jugadores, se llevaban 22 y cada quien tenía su suplente.  

“Cuando veía que Pelé mal podía caminar contra Checoslovaquia, ya empecé a pensar lo que sería remplazarlo", recordaría años más tarde el genial Amarildo.

Era tanta la fama de Pelé por entonces, que el técnico español José Villalonga, celebró que el astro brasilero no pueda disputar el partido frente a la selección ibérica.

Garrincha, Didí, Vavá, Zagallo y Amarildo, en reemplazo de Pelé, conformaban el ataque brasileño y cuando al DT español le cuestionó la prensa sobre el sustituto de Pelé éste irónicamente contestó: ¿Y quién es Amarildo?.

Sin embargo, no se debe culpar del exceso de seguridad que tenía el seleccionador, ya que contaba con una nómina envidiable técnicamente y multirracial en la que destacaban Puskas(húngaro), Martínez (paraguayo), Santamaría (uruguayo) y Di Stéfano (argentino). Por ésta razón la prensa chilena los bautizó “La ONU”.

Seguramente luego del partido el estratega cordobés lo recordaría siempre al morocho brasileño, pues el “suplente” marcó por partida doble, se tomó demasiado en serio el “papel de Pelé” y mandó a su tierra a los españoles.

España se adelantó en el marcador a través de Adelardo a los 35’, luego remontaría Brasil con doblete de Amarildo, a pase de Zagallo al corazón de área cuando corrían 72’ y el tanto que a la postre significaría la victoria ocurrió 14 minutos más tarde; centro de Garrincha y esta vez Amarildo de cabeza sentenció las aspiraciones españolas.

El inesperado y brillante debut de Amarildo quedó registrado en el recuerdo futbolero por siempre y Brasil se alzó con la copa frente a Checoslovaquia derrotándola  3 a 1, contendiente que enfrentó en la fase de grupos.  Hasta la próxima