LA HINCHADA FIEL

domingo, 4 de diciembre de 2011

El jugador legendario: Sócrates


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Sócrates, mediocentro Brasileño


El 14 de junio de 1982, mundial organizado por España, estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla; se jugaba el partido URSS vs Brasil, válido por el Grupo F y los auriverdes eran sorprendidos 1 a 0 en el minuto 16, pero cuando el cronómetro marcaba 35 apareció la magia, del probablemente mejor mediocentro de la historia: Sócrates. Elude la marca de dos zagueros mediante regates hacia afuera y saca de la galera un riflazo poderoso para quebrar la resistencia del portero soviético que miraba atónito como el brasileño empataba el encuentro. Al final ganarían los cariocas 2 a 1. Sócrates, “El Doctor”, la figura indiscutida del encuentro.

Lo expuesto anteriormente es minúsculo comparado con toda la carrera del astro brasileño, nacido en Belém, Brasil, 1954.

Apodado “El Doctor”, debido a que se gradúo de médico y luego de su retiro en 1989, ejercería como tal. Fue un jugador de esos en que prima el estilo y buen fútbol, luego la victoria, así lo demostraría desde su debut en Botafogo y durante los 15 años en que estuvo en la élite profesional.

A pesar, de su posición en cancha marcó muchos goles de diversas facturas, siendo su arma principal el remate de larga distancia que ponía de manifiesto a la hora de cobrar tiros libres.

El mayor promedio goleador que logró fue de 172 goles en 297 juegos, es decir, 0.58 tantos por partido, jugando para el Corinthians (1978 - 1984). También pasearía su clase en Fiorentina, de Italia, Flamengo y Santos de su tierra natal, en donde finalizaría su carrera.

Recibió numerosas distinciones individuales entre las que destacan Mejor Jugador Sudamericano de 1983 y uno de los 125 mejores jugadores vivos de la historia –lista realizada por Pelé y FIFA-. Además de títulos colectivos con el Corinthians, 3 Campeonatos Paulistas (1979, 1982 y 1983).

Sin embargo, al fabuloso crack le quedó como tarea pendiente ganar un Mundial de Fútbol, porque aunque tuvo dos participaciones (España 1982 y México 1986), nunca alcanzó la cúspide de la cita ecuménica, eliminados en tierra ibéricas en segunda fase y llegando a cuartos de final en el país azteca. 
  
El talento de Sócrates no debe medirse por títulos, sino por la elegancia e innovación que le aportó al fútbol moderno. Es por ello que forma parte de los jugadores legendarios que marcaron a fuego la historia mundial. Hasta la próxima.