Partido entre Brasil y España jugado el 6 de junio de 1962
Fuente: Mas que fútbol
El mundial de Chile
1962 tuvo situaciones para todos los gustos, desde la rudeza con la que
marcaban a sus adversarios la ex URSS, hasta la calidad indiscutible de Brasil,
en un comienzo, comandados por Pelé, y luego del fabuloso Amarildo, el suplente
de "O Rei".
Amarildo Tavares da
Silveira, nacido un 29 de julio de 1939 en Río de Janeriro, contaba con 23 años
en el momento que integró la selección brasileña que disputó el mundial
celebrado en Chile en el año 1962. Él era muy conocido en su país, debido a la
brillante carrera que estaba realizando en Botafogo, pero a nivel mundial,
nadie había escuchado siquiera su nombre.
Es entonces cuando el carioca
se labra una identidad a pulso que lo haría quedar impregnado en la historia
mundialista.
Se jugaba el encuentro
entre Brasil y Checoslovaquia, válido por la última fecha de la fase grupal,
cuando recrudece una lesión en la ingle que venía arrastrando desde algún
tiempo Pelé, pero como no se permitían hacer cambios en aquella época, aguantó
hasta el final del partido, en el que empataron 0 a 0 y clasificaron a la
siguiente.
Aquel tiempo no cabían
las improvisaciones, con respecto a los jugadores, se llevaban 22 y cada quien
tenía su suplente.
“Cuando veía que Pelé
mal podía caminar contra Checoslovaquia, ya empecé a pensar lo que sería
remplazarlo", recordaría años más tarde el genial Amarildo.
Era tanta la fama de
Pelé por entonces, que el técnico español José Villalonga, celebró que el astro
brasilero no pueda disputar el partido frente a la selección ibérica.
Garrincha, Didí, Vavá, Zagallo
y Amarildo, en reemplazo de Pelé, conformaban el ataque brasileño y cuando al
DT español le cuestionó la prensa sobre el sustituto de Pelé éste irónicamente
contestó: ¿Y quién es Amarildo?.
Sin embargo, no se debe
culpar del exceso de seguridad que tenía el seleccionador, ya que contaba con
una nómina envidiable técnicamente y multirracial en la que destacaban Puskas(húngaro), Martínez (paraguayo), Santamaría (uruguayo) y Di Stéfano (argentino).
Por ésta razón la prensa chilena los bautizó “La ONU”.
Seguramente luego del
partido el estratega cordobés lo recordaría siempre al morocho brasileño, pues
el “suplente” marcó por partida doble, se tomó demasiado en serio el “papel de
Pelé” y mandó a su tierra a los españoles.
España se adelantó en
el marcador a través de Adelardo a los 35’, luego remontaría Brasil con doblete
de Amarildo, a pase de Zagallo al corazón de área cuando corrían 72’ y el tanto
que a la postre significaría la victoria ocurrió 14 minutos más tarde; centro
de Garrincha y esta vez Amarildo de cabeza sentenció las aspiraciones
españolas.
El inesperado y brillante
debut de Amarildo quedó registrado en el recuerdo futbolero por siempre y
Brasil se alzó con la copa frente a Checoslovaquia derrotándola 3 a 1, contendiente que enfrentó en la fase de
grupos. Hasta la próxima
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