LA HINCHADA FIEL

viernes, 13 de abril de 2012

Anécdota futbolística: La caída del Ángel Rubio


Luciano Re Cicconi, el ángel rubio.


Las ciudades del norte italiano, Milán y Turín, dominaban el panorama futbolístico en el país azurra a través de los equipos Ac Milán, Internazionale y Juventus, respectivamente.

Sin embargo, a inicios de los 70 emergió una escuadra ruda pero práctica en el campo de juego como lo era el conjunto capitalino Lazio, dirigido por el Director Técnico Tommaso Maestrelli, que les valió ganar un Torneo Nacional (1973 - 1974) en donde destacaba un gran mediocampista italiano llamado Luciano ReCecconi apodado “El ángel rubio”-debido a su dorada cabellera- ó el más peculiar apelativo “cuatro pulmones”, haciendo alusión a su despliegue físico – táctico en el terreno de juego.     

Luciano era el “alma” de Lazio, dentro y fuera de la cancha. Un bastión inexpugnable a la hora de regatearlo y ponía la nota jocosa en el vestuario.

Precisamente pagó un alto costo por su forma de ser, siempre lleno de sonrisas y bromas para sus compañeros. Transcurría una tarde tranquila en Roma el 18 de enero de 1977, hasta que a Giorgio Fraticcioli, amigo de Luciano, se le ocurrió gastarle una burla al joyero Bruno Tabocchini con la complicidad del “ángel rubio” y su compañero de equipo, Ghedin.

El joyero, había sido víctima de varios atracos en meses anteriores, por lo que siempre estaba  alerta. Luciano ingresa a la joyería abruptamente y menciona a viva voz: ¡Esto es un asalto. Nadie se mueva! Tabocchini de espaldas al supuesto agresor y decidido a no dejarse “robar” se da media vuelta y lanza un disparo a quemarropa que se coló rápidamente en el tórax del rubio mediocampista, escapándosele la vida en tan solo 20 minutos.

  Días más tarde, en medio de la conmoción italiana por la fatídica muerte del jugador, un tribunal romano absolvía a Bruno Tabocchini alegando defensa propia, a pesar de que la fiscalía pedía 3 años de prisión.

Así, de esta manera absurda y extraña, “el ángel rubio” voló al infinito, con solo 28 años, para hacer sonreír a las creaturas celestiales. Hasta la próxima.