Fuente: Más que fútbol
Jorge González, el "Mágico" |
En
El Salvador se le dio el sobrenombre de “Mago”, debido a sus espectaculares
dotes futbolísticas y goles de antología que realizaba, pero cuando migró a
jugar en España al Cádiz FC se le llamó “Mágico”. Me refiero a la figura descollante
y vivaz de Jorge González Barillas, designado por la IFFHS(Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol) Mejor Jugador
Salvadoreño de todos los tiempos.
Sin
embargo, no escribiré exclusivamente sobre la excelente técnica del “Mágico”, sino sobre su excéntrica y anecdótica vida
fuera de las canchas.
Una
vez afincado en Cádiz no tardó en demostrar sus buenas condiciones, por lo que
el club le mimó sobremanera, tanto así, que a un empleado le fue asignada la tarea
de despertarlo cada vez que el salvadoreño se pasara de copas la noche anterior
y no quisiera entrenar al día siguiente.
La
vida nocturna del “Mágico” era muy conocida en Cádiz, pues el mismo jugador
aceptó su extremada predisposición para la parranda con esta frase: “Reconozco
que no soy un santo, que soy un amante de la noche y las ganas de fiesta no me
las quita ni mi madre.”
El
entrenador David Vidal narró una anécdota muy particular que reflejaba la
excentricidad y simpleza del “Mágico”. “En el año 1984 el Barcelona FC, realizó
una gira de pretemporada en E.E.U.U y Jorge fue invitado por la dirigencia
catalana a participar, para observarlo y
tratar de hacer efectivo su fichaje. El presidente Irigoyen (+) del Cádiz, le
dio al salvadoreño 25 dólares para los 15 días de estancia con el Barcelona FC,
pero ante la irrisoria cantidad se rehusó a viajar. Entonces yo le entregué más
dinero y el me respondió si podía llevar también a su novia al aeropuerto de
Sevilla, desde donde partían hacia tierras estadounidenses. Luego me dijo que
les invite el desayuno a lo cual accedí y mi sorpresa fue mayúscula cuando
pidieron ¡ocho emparedados cada uno!”. Esta era la personalidad extrovertida
del “Mágico”.
Cierta
vez, en un trofeo Ramón de Carranza, González; luego de una noche larga y farrera,
se durmió de largo y no llegó a la hora del partido contra el Barcelona FC y su
ausencia se notó en el primer tiempo. Ya en la segunda parte el entrenador le
ordenó ingresar cuando perdían 0-3. “Mágico” se despachó con dos goles, dos
asistencias y triunfaron 4-3.
González
fue una de esas extrañas estrellas en el firmamento deportivo, de las que
pueden brillar mucho, pero no lo hacen, porque brillando poco son las mejores.
Hasta la próxima.