Aficionados "culé" del Barcelona FC. |
Fuente: Más que fútbol
Muchos de lo que
estamos sumergidos en información futbolera, escuchamos a diario, diversos
motes inventados por el hincha o algún periodista creativo, pero casi siempre
desconocemos el origen de aquel sobrenombre.
Sin embargo,
realizando algunas investigaciones recopilé datos interesantes y he aquí el
resultado:
BARCELONA FC.: Al equipo blaugrana español se lo conoce
por el apelativo de “culé”, y nos remontamos al estadio de la C/ Industria, en
donde fungían de local los catalanes de Joan Gamper, para conocer el origen.
El
estadio se llenaba siempre al tope de su capacidad y al no existir ninguna
valla protectora, los espectadores miraban el cotejo desde la parte más alta
del graderío, dejando sus traseros descubiertos hacia la calle, y en clara alusión
a lo que veían los transeúntes los llamaron “cul” (trasero en catalán), y
castellanizado sería “culé”.
BOCA JUNIORS: El club de fútbol de mayores seguidores en Argentina se los
llama "Xeneizes". Este equipo se fundó el 5 de abril de 1905 en
Buenos Aires, por un grupo de inmigrantes italianos, oriundos de la ciudad
Génova que a su vez significa en su dialecto nativo, “Hijo de Xena”, derivando
el gentilicio español de “xeneizes”.
AMÉRICA: En la década de los 80 se inicia la “época dorada” del club
América ganando 8 títulos, entre nacionales e internacionales, y debido a sus
color amarillo era llamado “canarios”, pero una difusión mediática
extraordinaria por parte de la cadena Televisa y debido al poderío americanista
de aquel entonces resolvieron reemplazar el mote de “canarios” por “águilas”.
VALENCIA CF: Los “che” es un seudónimo un poco raro para un club de
fútbol, pero éste tiene su explicación lógica, pues el término “che” o “xe” es
proveniente de la Comunidad Valenciana, (cuna del club) ubicada en el
centro-este de España y es una muletilla usada para llamar la atención de otra persona.
NEWELL'S OLD BOYS: Los "Leprosos" sería un título ideal para
una película de drama o sobre la misma enfermedad, pero es el remoquete con el
que se conoce al club rosarino en su país.
A principios
del siglo XX Newell´s fue invitado para realizar un encuentro amistoso frente a
su acérrimo rival, Rosario Central, con el objetivo de recaudar fondos para el
Hospital Carrasco, especialista en tratar la lepra, y los directivos aceptaron
de inmediato, no así los “centralistas” que se ganaron el apodo de “canallas” y
estos devolvieron la afrenta bautizando a sus rivales como “leprosos”.
RCD ESPANYOL: Periquitos o pericos. Así se conoce a los seguidores y
futbolistas del club barcelonés, porque a principio de los años 20 en la
revista humorística “El Chute” un dibujante satirizaba al club debido a sus
escasos socios con el mote de los “cuatro gatos negros”. En 1929 se estrenó en
España la serie animada “El Gato Félix” y en catalán se traducía como “gat periquito” y el argot popular les puso “los cuatro gatos
periquitos” y el Espanyol se lo tomó tan enserio que en la celebración del
aniversario 75 de fundación en su escudo oficial aparecía un periquito como
mascota.
ESTUDIANTES DE LA PLATA: "Pincharratas", apelativo de Estudiantes, en
realidad es la unión de dos palabras “Pincha” = Inyectar y “ratas”
= roedores, ya que sus primeros simpatizantes, estudiantes de medicina,
utilizaban estos rumiantes para su prácticas académicas.
VILLAREAL: El club
empezó a ser reconocido como “El submarino amarillo” a partir de una
extraordinaria campaña de asenso a la Tercera División de España en el año 1967
y justamente en aquella época estaba de moda una canción de los Beatles llamada
“the yellow submarine”, con la que fue celebrada la gesta. Inclusive existía
un proyecto para adquirir un submarino dado de baja por la Armada Española,
para instaurarlo como museo en la sede del equipo, pero ésta idea no tuvo
suficiente acogida.
ATLANTE: Entre los
años 1916 y 1917, sin conocerse fecha exacta, se creó el club Atlante de
México, por un grupo de muchachos que residían en un barrio marginal de Ciudad
de México, liderados por Refugio Martínez, a quien apodaban “El Vaquero” -debido
a su oficio-. En cierta oportunidad, Refugio tuvo que vender una cabeza de
ganado para costear la compra de indumentaria e inscribirse en un torneo amateur,
en el cual se llevaron todos los elogios
por su carácter en el campo de juego, bautizándolos la gente como los “potros
de hierro”.
Hasta la
próxima entrega…
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